Mi viaje

 

La primera vez que visité Tailandia fue en diciembre de 2015 y también fue mi primera vez en el sudeste asiático.

Estuve tres semanas y lo disfruté tanto que sin duda es la razón por la que se encendió mi pasión por viajar.

Comenzando en la loca ciudad de Bangkok, me enamoré rápidamente del lugar, la gente y su increíble comida. Tuve la suerte de estar allí durante la celebración del cumpleaños del Rey, sin saber que en ese momento sería su último, ya que lamentablemente falleció al año siguiente. Escapar de la ciudad para visitar el mercado flotante, el río Kwai, el tren de la muerte y los templos históricos de Ayutaya fueron realmente fascinantes.

Después de viajar al norte para visitar Chiang Mai y Chiang Rai, sentí una diferencia en el ambiente como si la ciudad fuera menos caótica. Los templos, la naturaleza, los elefantes, las tribus de las montañas que visité me hicieron sentir una experiencia tailandesa más auténtica.

Viajar al sur a la provincia de Krabi era el descanso perfecto que necesitaba. Todos los días tomar un taxi acuático a una nueva playa, ir de isla en isla y realmente disfrutar de sus hermosos alrededores fue impresionante. Lo más destacado fue nadar en el mar, en la oscuridad de la noche para ver el plancton luminoso. Es indescriptible y fue la experiencia más inolvidable que he disfrutado.

La segunda visita fue solo una corta escala de dos días en Bangkok de vuelta de Camboya en 2017. Fue la excusa perfecta para regresar a este increíble país.

Mi visita más reciente fue en enero de 2019 a la isla de Koh Lipe después de visitar Vietnam y Malasia. A solo un corto viaje en barco desde la isla de Langkawi en Malasia, no podía dejar pasar la oportunidad de visitar mi país favorito. Qué isla, con sus playas vírgenes y arena blanca, su pequeño pueblo, sin duda mi lugar favorito de Tailandia.